miércoles, 11 de noviembre de 2009

LA ÉTICA EN TELEVISIÓN, MUY LEJOS DE LA REALIDAD


Después de su primera emisión en el año de 1927, realizada por la BBC de Londres, la televisión ha sufrido grandes transformaciones.
La televisión en Latinoamérica en la actualidad, se ha convertido en el medio de comunicación masiva que llega a mayor cantidad de personas, según un informe de FNPI, Fondo nacional de periodismo Iberoamericano. Hoy día hay más de 60 millones de televisores, que difunden contenidos a más de doscientos millones de personas en América latina.
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En los países latinoamericanos, menos del 10% de la población utiliza la prensa o la radio para informarse. Lo que evidencia cómo la televisión ha desplazado poco a poco a éstos medios tradicionales.
Las personas prefieren que les cuenten las historias de una manera más atractiva: En la televisión se narra con imágenes, palabras, secuencias visuales, silencios y sonidos; de esta forma, las audiencias necesitan menor esfuerzo para decodificar los mensajes que reciben, lo que la hace más atractiva, por encima de otros medios.

En Colombia la televisión nace bajo una década donde se dieron grandes cambios desde la industria y la sociedad, con su llegada en el año de 1954, sólo una minoría de la población pudo acceder a ella (sólo las familias adineradas podían adquirir un aparato de televisión). Cincuenta y cinco años después la situación ha cambiado.

Según la gran encuesta integrada de hogares (GEIH) realizada por el DANE, Departamento Administrativo Nacional de Estadística y la CNTV Comisión Nacional de Televisión, entre enero y marzo de 2009, el 85.3% de la población tiene televisor, convirtiéndose en el bien y servicio que más poseen los colombianos, lo que evidencia la importancia de la televisión en la vida diaria de los ciudadanos.
Así como la posibilidad de acceso se ha transformado, los géneros televisivos también , desde el teleteatro, el melodrama, los programas musicales , culturales y deportivos, hasta el reality show, que se convirtió en la tendencia actual. -(Historia de la televisión - Biblioteca Luis Ángel Arango-http://www.lablaa.org/blaavirtual/exhibiciones/historia_tv/generos.htm)

La televisión tiene implicaciones educativas, culturales, políticas, e ideológicas muy relevantes en la sociedad.
Así mismo actúa como un reflejo social, pues reproduce las formas de vivir, sentir y pensar de un pueblo, los miembros de la comunidad pueden sentirse identificados con lo que ven en la pantalla, un fenómeno auto representacional, pues su modo de ser, está plasmado en lo que ven en los programas. Sin embargo la televisión además de mostrar una réplica social, crea modelos y estereotipos e introduce nuevas formas de comportamiento.

Es un medio de socialización, pues está pensada para la colectividad, la identificación e interrelación mutua de un gran conglomerado de personas.
Pese a su gran trascendencia en la evolución histórica de la sociedad, hoy día en Colombia las grandes empresas productoras de televisión, le dan mayor prioridad a los contenidos, desde las intenciones del medio, las conveniencias políticas y económicas, y las convicciones de los expertos, sin embargo han descuidado los cuestionamientos ¿Cómo interfiere la t.v en la actuación de la sociedad? y ¿Cómo se narran las historias?.

Este medio puede capturar con mayor efectividad toda la atención del televidente, lo que evidentemente se refleja en la influencia que pueden llegar a tener las personas que se encuentren expuestos a él.(“Los medios de comunicación "inyectan" una información con un contenido que se da por cierto y verídico; es decir, que lo que un medio de comunicación diga” -teoría de la aguja hipodérmica. http://www.lablaa.org/blaavirtual/ayudadetareas/periodismo/per31.htm )
Es importante entonces, reflexionar sobre la forma en que se están manejando los contenidos televisivos en la realidad actual de la televisión colombiana y latinoamericana.
Según la GEIH, el 45% de los hogares colombianos acceden a televisión pagada y más del 90% de los programas de televisión que se emiten en estos canales, son realizaciones norteamericanas. Este panorama se extiende a toda Latinoamérica, por lo que ésta ha tenido una gran transformación cultural.
Los programas que ven los latinoamericanos no hablan de sus propias raíces, formas de vida, lenguaje y pensamiento. Las series y los realities ocupan un alto porcentaje de la parrilla de programación de diferentes canales, en su mayoría reflejan valores e identidad cultural de el “país del norte”. Por lo que los jóvenes y niños cada vez se exponen mayormente a los reflejos de las formas de vida ajenas a las de su propio país.

Por otra parte, en Colombia la CNTV, organismo encargado de regular el funcionamiento televisivo, afirma que la televisión debe brindarles especial protección a los niños, niñas y adolescentes, ya que son una población en una etapa fundamental para su formación. ¿A caso Los canales de televisión están cumpliendo realmente su función educativa y formativa con los menores?

El 84.2% de los jóvenes entre 12 y 17 años ven televisión , lo que los convierte en el sector de la población que tiene mayor exposición a este medio.

La comisión de Televisión, clasifica las franjas infantiles en los horarios de lunes a viernes de 3: 55 p.m a 4: 55 p.m. En los canales nacionales con mayor audiencia: Cana Caracol (82.6%) y canal RCN ( 79.5%) , en esta franja de horarios , en la actualidad se transmiten mayormente novelas ( el rostro de Analía, doña Bárbara, María Belén, Verano en Venecia, entre otras.
Más de la mitad de la población en Colombia (55%) no puede acceder a televisión por cable, por consiguiente los niños y adolescentes, no tienen más alternativas que ver estos programas melodramáticos, que los alejan de la adquisición de conocimientos y el aprendizaje de saberes valiosos, esto provoca que se siga ampliando la brecha entre los ricos y los pobres.
Las personas de estratos bajos, ven en su mayoría programas de entretenimiento, (http://www.cntv.org.co/cntv_bop/noticias/2009/julio/anuario_2009.pdffrente )en cambio los estratos altos ven más programas de noticias y negocios, por lo que evidentemente pueden estar más informados de la realidad nacional.
Los niños de estratos altos, pueden acceder a una gran oferta televisiva, canales especializados educativos, que les proporcionan grandes conocimientos como: Discovery chanell 19.3%, animal planet 14%, y discovery kids 8.8%( estos con mayor audiencia después de canales nacionales).
Los menores en Colombia, dedican entre 3,5 y 3,5 horas diarias a ver televisión, lo que nos da una idea de la gran exposición que tienen a este medio. Otro aspecto importante para analizar es que según la encuesta integrada de hogares 2009, en Colombia, la supervisión de los padres respecto a lo que ven sus hijos está directamente ligada al estrato socioeconómico, pues los padres de estratos 1 y 2, tienen el menor porcentaje de control con sus hijos. ( 71.8% y 79.0% respectivamente).
Es allí donde podemos afirmar que aunque la televisión debe cumplir tres funciones fundamentales: entretener, informar y educar, ésta última no es una tarea que debe relegarse sólo a el medio, los padres deben cumplir el papel fundamental de ser guías de sus hijos, y ofrecerles las bases necesarias para que sepan elegir adecuadamente la información que les conviene o no. Es su responsabilidad controlar y orientar a sus hijos frente a los programas de televisión que ven, pues el televidente, en últimas es una persona autónoma que tiene la capacidad de decisión, respecto a la información que quiere recibir.
Dentro de la ética en televisión se debe tener en cuenta diferentes parámetros:

La imagen como elemento fundamental en todo producto televisivo debe ser transmitida de forma responsable y ética, ya que millones de personas están expuestas a diario la información y mensajes que allí se emiten. El código de regulación establecido por la comisión de televisión contempla que los contenidos televisivos, deben respetar las informaciones, y estas deben ser imparciales con los lectores, sin sobrepasar la convergencia de pensamientos, ideologías y posturas religiosas, políticas y culturales, en los contenidos televisivos, debe priorizarse el papel de los niños, niñas y adolescentes.

Así mismo, la televisión debe estar regida bajo la responsabilidad social, buscando proteger el derecho a la información que tienen los ciudadanos, esto con el fin de consolidar la democracia nacional, crear e incentivar espacios de participación colectiva de los televidentes, que le permitan conocer sus derechos y deberes como ciudadanos. La televisión debe cumplir mínimamente la labor de informar, educar y entretener. Si bien es cierto que detrás de los grandes medios, priman los intereses económicos, la responsabilidad con e televidente debe primar, donde se infundan valores como el respeto, la tolerancia, la ciudadanía, la convivencia.
Los diferentes agentes que intervienen en la realización de la televisión, les competen diversas responsabilidades éticas:
Las empresas y dueñas de los medios de comunicación, deben cumplir con la responsabilidad empresarial, es decir, retribuirle a la sociedad, sus beneficios económicos con proyectos para el mejoramiento y desarrollo de la comunidad, en el caso colombiano los canales televisivos, deben promover e incentivar los valores ciudadanos, ayudar a proteger la cultura e identidad la nación, respetando y priorizando los derechos de la colectividad sobre sus intereses políticos y económicos. El código de ética, del círculo de periodistas de Bogotá, contempla al respecto: Las empresas de medios, deben diferenciar claramente la información publicitaria, de la demás información, así mismo deben evitar recibir dádivas para manipular su independencia informativa.
A los realizadores de televisión : periodistas, productores, directores, comunicadores; les corresponde en primera medida tener un real compromiso profesional y respetar los códigos de ética que los rigen, los profesionales tienen la exigencia moral de prepararse correctamente para realizar de forma responsable y adecuada su trabajo, instruyéndose continuamente , revisando los reglamentos éticos, poniéndolos en práctica, y haciéndose las siguientes preguntas ¿ si yo fuera el televidente , me sentiría bien viendo ésto?, ¿ lo que estoy mostrando realmente cumple uno de los propósitos de la televisión, sin pasar por encima de los derechos de los televidentes?.
Los comunicadores deben evitar el sensacionalismo, el engaño y la mentira en todas sus formas, así como respetar la vida privada y dignidad de las personas.

Aunque Colombia se está integrando cada vez más a la globalización mundial, somos un país en vía de desarrollo, y es claro que en una gran parte de la sociedad no está preparada, por su nivel educativo, para recibir ciertos contenidos. Es obligación del Estado, que fortalezca la educación en los niños, niñas y adolescentes, ya que una sociedad educada tendrá mayor criterio para realizar juicios valorativos sobre lo que ve en televisión, a los adultos les corresponde ser críticos frente a el medio, pues a diferencia de antes, en el proceso comunicativo, el emisor y receptor se comunican de una forma recíproca, por ello el televidente es un factor activo en la programación que recibe, de esta forma reclamar y exigirle al medio mejores contenidos, o señalarle acciones incorrectas y faltas de ética.
Los medios deberían recuperar lo público, pues en América latina, los medios claramente están ejerciendo fuerte presión en las personas para orientar decisiones políticas, que impiden que los pueblos tengan la importancia que merecen, y alimenten sus demandas y necesidades sociales y colectivas.
A los estudiantes de comunicación, nos corresponde, ser reflexivos y conocedores de nuestra sociedad, ya que a diferencia de otras carreras profesionales, “el periodista se forma, esperando formarse” FNPI, es decir, cuando el profesional se enfrenta al medio y descubre que todo no es tan bonito como le enseñaron, tiene que enfrentarse a sus parámetros éticos, allí debe actuar de acuerdo a el compromiso social.
Los futuros comunicadores tenemos mayores retos, pues frente a las facilidades técnicas que nos ofreció la tecnología, para ejercer nuestro oficio; se encuentran las dificultades éticas que nos presenta la sociedad actual. Es allí donde el periodista puede constatar, si lo que aprendió en la academia y durante su vida, sobre la correcta forma de actuar, será clave para estar satisfecho cada día después de sus jornadas laborales, o si por el contrario, un salario, justifica acostarse en las noches con la conciencia ‘in’ tranquila.